En la Reserva Forestal La Laguna de La Yeguada se encuentra un espacio muy especial: la Casa del Lago, un punto de encuentro natural y comunitario que ofrece tranquilidad, contacto con el bosque y vistas únicas de la laguna. Lo que hace de este lugar un verdadero tesoro es su sendero inclusivo, diseñado para que todas las personas, sin importar su edad o condición física, puedan disfrutar de la experiencia de caminar en medio del bosque.
Este lugar representa algo hermoso: la certeza de que la naturaleza no tiene barreras cuando existe la voluntad de eliminarlas. Aquí, la accesibilidad no es una idea añadida después, sino el corazón mismo del proyecto.
Un sendero accesible y seguro
🌿 El Sendero Casa del Lago es corto y de fácil acceso. Está acondicionado para que personas con movilidad reducida, adultos mayores, niños y niñas puedan recorrerlo sin dificultad. Los visitantes transitan por un camino rodeado de árboles, escuchan el canto de las aves y sienten la frescura del aire de montaña, todo en un entorno seguro y adaptado.
Cada metro de este sendero ha sido pensado cuidadosamente. No hay escalones abruptos, no hay obstáculos inesperados. Solo un camino suave que te lleva de la mano hacia la experiencia completa del bosque. Es el tipo de lugar donde una abuela puede caminar junto a su nieto, donde una persona en silla de ruedas puede sentir la misma magia que cualquier otro visitante.
La Casa del Lago como punto de encuentro
La Casa del Lago funciona como un espacio comunitario y turístico. Aquí se realizan actividades educativas, talleres ambientales y momentos de convivencia que fortalecen el sentido de comunidad. Además, es un sitio perfecto para descansar tras recorrer los senderos o visitar la laguna.
Es más que una construcción: es un abrazo de bienvenida a todos los que llegan buscando conectar con la naturaleza. Sus paredes han sido testigo de conversaciones entre abuelos y nietos, de talleres donde los niños aprenden sobre conservación, de momentos de silencio contemplativo frente a las vistas de la laguna.
Turismo inclusivo en acción
El sendero inclusivo refleja un principio fundamental del ecoturismo comunitario: la naturaleza es para todos. Gracias al esfuerzo de la comunidad y sus aliados, se ha creado un espacio donde visitantes con diferentes capacidades pueden vivir la experiencia de la Reserva en igualdad de condiciones.
Este no es solo un sendero con rampas y barandas. Es una declaración de valores, una forma tangible de decir que todos merecemos la oportunidad de respirar aire puro, de escuchar el canto de las aves, de sentir la paz que solo el bosque puede dar.
Un símbolo de conservación y participación
La Casa del Lago y su sendero inclusivo son un ejemplo de cómo el ecoturismo puede combinar la conservación de la naturaleza con la inclusión social. Este espacio demuestra que el turismo responsable también puede ser accesible y comunitario.
Aquí se prueba que cuidar la naturaleza y cuidar a las personas no son objetivos separados, sino dos caras de la misma moneda. Cuando diseñas espacios pensando en todos, cuando trabajas para que nadie se quede afuera, estás construyendo un mundo más sostenible en todos los sentidos.
Consejo al visitante: Disfruta el recorrido sin prisa, escucha el entorno y recuerda que cada paso en el sendero inclusivo es también un paso hacia un turismo más humano y sostenible. Este lugar te enseña que las mejores experiencias ocurren cuando todos pueden ser parte de ellas.
